La inversión en maquinaria y bienes de equipo se hundió un 1,5% en el último trimestre del año, la mayor caída en un año y medio. Esto significa que las empresas no están preocupadas por renovar sus equipos ni ampliar su capacidad productiva. Al contrario, en este momento de incertidumbre económica, las empresas prefieren ahorrar hasta conocer hasta dónde va a llegar la desaceleración actual.
Por su parte, la escalada de aranceles ha generado un gran perjuicio a las cadenas de montaje globales. Las empresas auxiliares de otras industrias y que exportan la mayor parte de su producción se han visto afectadas por la proliferación de los impuestos en las aduanas, de modo que su actividad ha sufrido un significativo recorte. Alemania estuvo a punto de caer en recesión en el último trimestre de 2018 e Italia no pudo evitarlo. Los dos países, como España, están muy volcados en el sector exterior, de modo que las dudas en el comercio mundial afectan gravemente a su industria.