Otra tradición finlandesa con más de 80 años de historia que se ha extendido por el mundo, como si se tratara de una práctica innovadora y revolucionaria, es sustituir la cuna por una caja de cartón. Para evitar la alta tasa de recién nacidos que por aquel entonces fallecía por muerte súbita, en la Finlandia pobre y deprimida de 1930 comenzaron a repartirse unas cajas con el fin de que las madres no compartieran cama con los neonatos (ya que podían asfixiarlos) o que, ante la falta de recursos, los pequeños no durmieran en contacto con el suelo. Pero hoy en día, ¿tiene algún sentido meter a su bebé en una caja de cartón? El doctor Félix Castillo lo tiene claro: “Es una tradición, y puede que ayude a sociedades que viven en la extrema pobreza, aquellas en las que las madres dan a luz y carecen de cunas, pero sinceramente, en el siglo XXI y en nuestra sociedad, con todos los avances que se han producido en el área de Neonatología, no le veo mucho sentido a esta práctica. Si el niño ha nacido de forma prematura, su lugar es la unidad de cuidados intensivos neonatales, donde se establecen los protocolos de aislamiento correspondientes y se controlan las posibles infecciones. Cuando no están encima de su madre (que es la mejor cuna, por cierto), descansan en incubadoras adaptadas que regulan su temperatura, y se hace en salas que cuentan con mecanismos para controlar el ruido. La piel del recién nacido es muy delicada, y hay que tener ciertas precauciones, como contar con un colchón firme, hipoalergénico, transpirable y fácil de limpiar”.
Si está claro que los ricos lo son por que son muy agarrados!!!