El CSIC está experimentando desde hace meses con un ejemplar de “freelance” al que sacan sangre de vez en cuando. “Es increíble. Le llamas un domingo por la noche y le pides una cosa para ayer, y te la hace. Le dices que no sabes ni cuánto ni cuándo le vas a poder pagar porque estas cosas ya sabes cómo van, que está todo muy mal, y se encoge de hombros y te dice que vale”, relata el doctor Graulio.
“Necesitamos más muestras de vida autónoma y muchas más horas para experimentar. Lo que pasa es que, entre la pausa para el bocata y el cigarrillo, las bajas del personal y la excedencia que he pedido esta semana, creo que no podremos empezar la investigación hasta el año que viene. Ya sabes cómo van estas cosas”, asegura el especialista del CSIC.
Lo más probable, pues, es que la experimentación se externalice. “Es más práctico que los autónomos se investiguen a sí mismos y nos pasen un informe lo antes posible. Además nos saldrá mucho más barato”, concluyen desde la institución